martes, 24 de febrero de 2009

El Ego y la mente analítica


Nota realizada por el Prof. Jorge Olguín.

Sabemos que el ego es el fruto de la mente reactiva, pero este queda agazapado como un enemigo oculto, aún cuando la persona está analítica. No voy a hablar en esta nota sobre los efectos de la mente

reactiva, puesto que quiero analizar al ego en toda su magnitud, incluso cuando la mente se halla totalmente analítica.


El rol de los engramas es hacer de la persona un ser totalmente autómata, incapaz de analizar algo.

Es el impulso instintivo el que lleva el timón. Pero cuando los engramas son clarificados y la persona está

limpia de ellos, acecha otro enemigo que no permite al espíritu elevarse: el protagonismo.


Aun no teniendo engramas, la persona tiene complejos de culpa, es susceptible, posee baja autoestima, se cree superior, cuestiona todo, se ofende, trata de imponer sus ideas, no permite una opinión distinta de la suya, se vuelve hipócrita, llega a ser depresiva, puede estar eufórica, o

introvertida. Y hay muchos más estados de protagonismo o roles que puede desempeñar una misma persona, incluso estando analítica, sin engramas.


Esos roles de protagonismo están dados por el ego, la fuente de todo lastre espiritual. El ego también genera dramas de control, buscando (para dominar) crear complejos de culpa en los demás mediante roles de víctima. Por otro lado, es obvio que cualquier persona libre de engramas y con un ego ingobernable, es fácil que vuelva a estar reactiva. Y así el campo está fértil para que se implanten nuevos engramas.


Los efectos nocivos del ego pueden ser erradicados con la técnica de Psicointegración. (1)

Reitero que no voy a hablar de los efectos posteriores de la mente reactiva. voy a decir que donde el ego se halla integrado no tienen cabida los engramas. Sé que es muy difícil integrar el ego pero, por lo menos,

hay que tratar de lograr que el porcentaje que queda buscando roles o generando dramas de control, sea el menor posible.

(1) Psicointegración: Técnica creada por el

Prof. Jorge Olguín a partir de psicología

transpersonal.

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