miércoles, 28 de enero de 2009

Dependencia emocional (nota en ciudad.com)

Algunos, al enamorarse, se vuelven dependientes e inseguros. Sin embargo, esta actitud va más allá de las relaciones de pareja. Sabé cómo y si es posible modificarla.


Romina es una chica de 29 años que pasó la mayor parte de su vida de novia. Comenzó el rally a los 14 años y su primer noviazgo duró cuatro. A ese le siguieron otros. Cortos y largos, pero con un rasgo en común: ella los "necesitaba" como si fuesen imprescindibles. Sentía que sin la presencia de un otro a su lado, la vida carecía de sentido y diversión.


"Algo así. Siempre necesité estar de novia y durante ese tiempo ni me lo cuestionaba. Para mí era totalmente normal salir de una relación con un pie en la siguiente", confiesa. "¿Cuándo me empezó a crear conflicto? Al dejar de ser una adolescente y separarme de mis tres últimos novios, que me acusaban de ser una dependiente afectiva.

Fue ahí que hace dos años decidí empezar una terapia que al menos me ayude a ordenarme y aprender a vivir por mis propios medios. Hoy estoy sola a nivel pareja desde hace bastante, intentando estar bien, aunque me cueste", cierra Romina su relato.


Ciertas personas tienen una tendencia a ensamblar relaciones, aún sin estar con ambas al mismo tiempo. Ellas despiden a la anterior sólo cuando tiene la seguridad que les brinda la llegada de una nueva, porque no saben -o no pueden- vivir sin el otro que las haga sentir especiales. Tienen un alto grado de dependencia hacia el otro en sus vínculos.


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